En la ruta hacia los Valles Calchaquíes, circuito de 507 kilómetros que ha sido declarado de interés turístico internacional por sus singulares características a nivel histórico, arquitectónico y arqueológico, como por la particular belleza de su variado paisaje, y en una derivación del itinerario, se encuentra emplazado el Embalse «General Belgrano», mas conocido como dique de «Cabra Corral».
El origen de esta denominación se debe a la iniciación de los estudios preliminares que fueran confiados a la empresa norteamericana «Damond – Dinerman», que al establecer un campamento primigenio sobre las márgenes del rió Arias a unos dos kilómetros aguas arriba de su desembocadura con el Guachipas, preguntaron a los pobladores de la zona como se llamaba el lugar recibiendo como respuesta «Cabra Corral», por lo que rotularon sus carpetas con la carátula: «Estudios para el dique de Cabra Corral» y posteriormente los mismos norteamericanos aconsejaron el emplazamiento del dique en su actual ubicación.
Cabe consignar que la palabra castellana Corral, se introdujo en el quechua degenerado por su similitud con otros fonemas quechuas. Lo único de quechua que queda en las palabras «Cabra Corral», es lo sintáctico. En castellano se expresaría «corral de cabras». Pero los idiomas primitivos como el quechua, el guaraní, el hebreo y el no tan primitivo ingles, transponen la construcción de las palabras en la significación del genitivo posesivo.
Un poco de historia
Luego de que técnicos de Yacimientos Petrolíferos Fiscales hicieran los estudios que sirvieron de base para la concreción del dique Cabra Corral, recorriendo prácticamente toda la zona del juramento y del Guachipas realizando observaciones topográficas, en 1948 AGUA Y ENERGIA ELECTRICA DE LA NACION contrato la realización de los estudios de factibilidad de un dique en el Valle de Lerma o en sus inmediaciones. Para ello contrato los servicios de una empresa norteamericana: «Pearson, Brinekerhoff, Hogan y Mac Donald», representada en Argentina por «Damond – Dinennan y Cia. S.A.». El dique fue realizado según las indicaciones de la firma contratada, con pequeñas modificaciones efectuadas sobre el proyecto original por el técnico en diques de fama mundial doctor Arturo Casagrande quien reviso el provecto en 1957. La primera licitación del dique se efectuó en julio de 1958 y ocho años después debido a sucesivas postergaciones, se adjudica a la empresa «Panedile Argentina S. A.» la construcción del dique Cabra Corral. En Febrero de 1966, en una lluviosa tarde desde los balcones del Cabildo Histórico el entonces Presidente ele la Nación doctor Arturo Illia, declaraba iniciados los trabajos. Inmediatamente después, todo el personal, tanto ejecutivo, como técnicos y operarios de Agua y Energía Eléctrica de la Nación y de Panedile Argentina se radicaron definitivamente en Cabra Corral. El año 1967 estuvo fundamentalmente dedicado a la perforación en la montaña, de los túneles de desvío del río Juramento. Se comenzó la perforación de ambos extremos para realizar el encuentro de ambos frentes de trabajo en el centro. Cuando ambas perforaciones se encontraron no había margen alguno de error de los cálculos ni en la realidad. Ambos túneles son paralelos, de más de 500 metros de largo cada uno. Para la ventilación se instaló todo un sistema de ventiladores y caños de amplio diámetro que enviaban al interior del túnel el aire necesario para hacer totalmente respirable el ambiente. Para fines de ese año, el puente sobre el río Guachipas, que era una necesidad imperiosa, estaba terminado en un tiempo récord de 60 días. Hoy las estructuras de hormigón del puente son insignificantes frente a las ciclópeas columnas del puente sobre el lago que elevan sus estructuras a 60 metros de alto.
El año 1968 es dedicado fundamentalmente al revestimiento con la gruesa capa de hormigón armado de los dos túneles que debían servir, primeramente, como canales de desvío del río juramento durante la construcción de la Presa y, posteriormente uno de los túneles cumplirá funciones de descargador de fondo y el otro servirá como túnel de la Central hidroeléctrica de Cabra Corral. El año siguiente es considerado clave en la construcción del dique. Durante él, las obras de Cabra Corral habrían de dejar las etapas preparatorias para pasar a la concreción de la obra fundamental: la construcción de la Presa Principal que se inicia en los primeros días del otoño. Fue un día memorable en el cual las topadoras cerraron el último boquete por el cual el río Juramento seguía su curso desde hacía siglos y lo obligaron a adentrarse bajo la montaña en los tuneles. Agua y Energía Eléctrica de la Nación, llama a licitación para las obras de la Central Hidroeléctrica, la que es adjudicada a Panedile Argentina S. A.
Objetivos del Embalse
Los pobladores ribereños del río Calchaquí en los Valles, los de la zona del Guachipas y sobre todo, los colonos de las adyacencias del río Juramento en Salta y en Santiago del Estero, veían suspendidas sobre sus cabezas el azote de las crecientes. En la zona de Anta donde el río ya pierde desnivel y tiende a ser río de llanura las crecientes del Juramento alcanzan dimensiones de catástrofe provincial. Cada año de creciente arrasaba en Salta sembradíos y ganados por centenares de millones de pesos. Este gran problema lo ha solucionado Cabra Corral en un cien por ciento para los pobladores de aguas abajo de la Presa.
Energía Hidroeléctrica
En zonas de montañas, como en el Noroeste argentino, donde las diferencias de niveles son muy grandes en distancias cortas, el método más barato de obtención de energía eléctrica es la denominada «hulla blanca» o sea la construcción de presas de embalse (Cabra Corral» o el aprovechamiento de los saltos de agua (Corralito, Termas de Reyes). Con la puesta en funcionamiento de la Central Hidráulica Cabra Corral, se verá robustecido el Sistema Eléctrico del Noroeste con una producción del orden de los 250.000.000 de kilovatios – hora anuales. De esta manera se favorecerá el abastecimiento eléctrico de las provincias de Catamarca, Jujuy, Salta, Santiago del Estero y Tucumán, a la vez significará un avance notable en la conformación del Sistema interconectado Nacional. Posibilidades Turísticas Se ha dicho con toda razón que Cabra Corral hizo surgir con fuerza incontenible, la pasión por los deportes acuáticos y la pesca, en este marco de imponderable belleza, donde el turismo nacional e internacional más exigente cuenta con las posibilidades de satisfacer sus predilecciones deportivas a ese nivel. Su inmenso espejo de agua con una extensión de 11.360 Has. de superficie, se extiende 24 kilómetros sobre el río Arias y 25 kilómetros sobre el Guachipas, alcanzando anchuras de 15 kilómetros, lo que da una idea aproximada de su magnitud, considerado en segundo término después de El Chocón – Cerros Colorados. A medida que sus aguas van alcanzando las cotas establecidas se intensifican las actividades de los veleros, canotaje y el esquí acuático, a través de instituciones deportivas que van poblando las zonas del perilago. Certámenes provinciales y nacionales de esquí acuático y de pesca, han demostrado fehacientemente lo que Cabra Corral, pese a sus pocos años de disponibilidades, puede brindar al turista, no sólo en la expansión de sus conocimientos sobre la capacidad de los técnicos argentinos en obras de envergadura, sino en la apertura de un centro turístico y deportivo de características poco comunes en el país, como lo han señalado funcionarios y especialistas en la materia que visitaron las obras. Mientras tanto, organismos oficiales y privados, tanto nacionales como provinciales, con la directa intervención de la Dirección Provincial de Turismo, están desarrollando un ambicioso plan para dotar a Cabra Corral de la infraestructura indispensable primaria en el área específicamente turística.